Aprendizajes del México 4-0 Honduras

Hace tiempo que México no ganaba, goleaba y gustaba. La gente salió contenta del estadio, las redes no reventaron a nadie, la prensa no se burló y, por supuesto, cayeron 4 goles, algo que últimamente sucede poco. Fue una noche redonda para el Tri, que lo necesitaba desesperadamente.

¿Hora de subirse al LamborJimmy, bajar la capota y manejar hacia el horizonte? Eso es lo que analizaremos en esta columna, porque la idea debe de ser, en la victoria y la derrota, poner las cosas en su más justa proporción. Hablemos entonces de los aprendizajes.

1.- Aprovechar las circunstancias, fundamental: En este tipo de partidos, cuando el entorno es tan negativo, se necesita un poco de suerte, y México la tuvo. Un gol antes del minuto 2 cambia por completo las circunstancias, ayuda a liberar presión y sentirse más tranquilo para desplegar la idea de juego. La gente, que estaba expectante, pudo celebrar de inmediato y desde entonces todo fue miel sobre hojuelas. Sin abucheos ni gritos homofóbicos. Si la selección hubiera acumulado los minutos sin abrir el marcador, seguro el resultado habría sido distinto. 

2.- Ayuda poner una alineación más lógica: Jimmy regresó al 4-3-3 de base con la que ha jugado la selección desde hace 8 años y, como era de esperarse, los jugadores se sintieron más cómodos dentro de la cancha. Fue un acierto también poner a Edson Álvarez como central en lugar de Israel Reyes, por experiencia, por talla física, porque Honduras no iba a atacar demasiado y por jerarquía. A veces hay que poner a los mejores, aunque tengas que modificar un poco su rol.

3.- Luis Romo, liberado: La última vez que Luis Romo se había visto así había sido… en los Juegos Olímpicos con el propio Lozano. El centrocampista de Monterrey es un jugador con características muy específicas, uno de los pocos jugadores físicos y verticales en México, capaz de acarrear el balón y llevarlo a posiciones peligrosas, pero incómodo en el estilo horizontal que se plantea tan comúnmente en México. Ayer, Lozano le pidió que hiciera lo que hace mejor, y eso sin duda ayudó, como también lo ayudaron los dos goles, que no necesariamente fueron por circunstancias de juego. Es un primer paso para recuperar a un futbolista que podría ser muy útil.

4.- El dilema del 9, sin resolver: Arrancó Henry Martín e intentó involucrarse en el juego, pero la realidad es que no participó mucho y tampoco le generaron opciones para definir. Es verdad, dio la asistencia para el gol de Orbelín, pero en la práctica es un golazo del jugador del AEK más que el resultado de un pase mágico. Aún así, se vio mejor que un Santi al que se le ve hoy muy presionado por anotar con el Tri; la que falla, apenas entrar, la mete con los ojos cerrados en Holanda. Está claro que la polémica sobre quién debe jugar lo afecta, y necesita liberarse con un tanto, que creía haber conseguido antes de verlo bien anulado por fuera de juego. Ventaja Henry, aunque aún nada definitivo.

5.- ¿Le habían tendido la cama a Cocca?: No había terminado aún el partido y las redes ya estaban llenas de opiniones sobre sí los jugadores habían provocado el despido del entrenador argentino a propósito. Esto es algo que sí pasa en el futbol a veces, pero en esta ocasión, lo dudo mucho. ¿Por qué? Porque no tiene sentido hacerlo en un partido ante el archirrival, y perderlo por goleada además, con la cantidad de insultos y ataques que ello conlleva. Me consta que algunos futbolistas sabían que si Cocca no ganaba uno de los dos torneos se iba. Para tenderle la cama, eso habría sido suficiente, no una humillación histórica que deje huella.

6.- La motivación, esencial: Dicho esto, me parece que, inconscientemente, el equipo se sintió muchísimo mejor, y eso influyó en el rendimiento. A los jugadores no les gustaban los métodos de Cocca, la idea táctica que quería implementar y algunas cuestiones logísticas -que, en rigor, tuvieron que ver más con FMF y Concacaf que con el entrenador-, y eso siempre afectará en el terreno de juego. Incluso el hecho de saber que lo podían correr era un factor más para desmotivarse. A Jaime lo conoce bien la mayoría, y es un entrenador que trabaja mucho el aspecto mental. Y siempre de los siempres hay una factor de motivación cuando llega un nuevo DT. Los ignorados quieren demostrar y los vigentes luchan por no perder su puesto, el asunto es ser capaz de mantener esa bonanza.

7.- Una selección hondureña infame: En su conferencia de prensa, Jimmy habló respetuosamente de los rivales catrachos, pero al interior debe saber la realidad, este rival no estaba en condiciones de poner en peligro a México, por lo menos desde el punto de vista futbolístico. Se trata de un equipo que lleva ya años a la deriva, que hoy tiene problemas internos, le faltaron varios jugadores clave y con un proyecto que no va a ningún lado. Su mayor esperanza era mantener el 0 el mayor tiempo posible y jugar con la presión de México. El gol al minuto 2 dio con todo eso al traste y desnudó las carencias de uno de los rivales más flojos que ha enfrentado México hace tiempo.

8.- ¿Hora de entusiasmarse?: Dicho todo esto, las circunstancias hay que aprovecharlas y El Tri lo hizo. Como lo había hecho también en 2021, donde le había ganado fácil 3-0 a este mismo rival en este mismo torneo. Unos días más tarde, el equipo de Tata Martino perdió la final de Copa Oro ante la selección B de Estados Unidos y todas las buenas sensaciones se fueron al traste. Por ello, apelemos a la prudencia; es un buen inicio ante un rival de bajo nivel y, por el momento, hasta ahí. Es el tipo de partidos que sirven para construir pero no te permiten sacar conclusiones de verdad.

9.- La comunión con el público, lo mejor: Lo más importante fue la alegría de la gente, la disminución de la toxicidad. Quedan dos partidos de primera fase y, por lo que se vio en el otro encuentro del grupo, que Haití le ganó 2-1 a Qatar, México no debería pasar mayores apuros. En consecuencia, debe aprovecharlos para mantener la inercia positiva con el público y mejorar la relación lo más posible. Va a necesitar ese apoyo cuando vengan instancias más demandantes ante Estados Unidos, Jamaica, Canada, Costa Rica o Panamá.

Por Martín del Palacio

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