Aprendizajes del México 0-1 Qatar

En algún momento tenía que pasar. Está 100% confirmado que en México no podemos tener cosas bonitas. Todo el mame del LamborJimmy, las caras felices, la confianza en general desapareció después de un mal resultado. Hoy, tenemos el peor equipo del mundo otra vez, después de una derrota “vergonzosa”

Pero… ¿realmente tenemos el peor equipo del mundo? ¿Fue tan vergonzosa la derrota? ¿Hay que “reconstruir a la selección desde cero” como decían en Twitter? Analicemos, que de eso se tratan estas columnas.

1.- Jimmy Lozano ya recibió su bautizo: Era un partido en el que no se jugaba nada. La selección ya había ganado el grupo, podía rotar y probar cosas nuevas. Un juego de esos en los que normalmente la gente prefiere ver una película o pasar un domingo con sus amigos. Pero eso no pasa en México. Aunque la gente diga que ya no le importa El Tri, la realidad es MUY distinta. Perder un partido que no se debe perder es inaceptable, y todos los resultados importan. Así que Jimmy, para la próxima, ya lo sabes.

2.- El resultado no es TAN malo: Si uno hace caso a las transmisiones o a Twitter, este resultado es peor que el 7-0, o que el Preolímpico ante Haití, o que la reciente derrota 3-0 con EU. Eso es parte de la histeria y la toxicidad que nos rodea en el futbol mexicano. No nos engañemos, el resultado es malísimo, pero ¿al nivel de esos? Pero bajo ninguna circunstancia. El contexto siempre cuenta. De nuevo, el partido no tenía importancia, no es como los otros, que significaron dolorosas eliminaciones.

3.- México no jugó TAN mal: A ver, metamos los pies un poco en agua fría y dejemos que se baje la calentura. La realidad es que, la selección, sin haber dado, ni muchísimo menos, un buen partido, tampoco fue el desastre que dicen que fue. Dominó abrumadoramente el juego ante un equipo echado atrás… y se cansó de fallar. Tiros a los postes, mano a manos desperdiciados, centro que se pasearon, el portero que sacó una genial. 25 tiros a puerta hizo México, los falló todos. El futbol es así, se gana y se pierde, a veces sin merecerlo.

4.- ¿Empezar desde cero? Quizá el periodismo…: Tras el resultado, los periodistas, los mismos que hablaban en serio del LamborJimmy empezaron a tirar mi*rda sin control. Cero análisis, cero objetividad, toda la intención de aprovecharse del enojo de la gente, enardecerla más y ganar likes e interacciones. La realidad es que tenemos a la selección que merecemos, y los medios son los que han creado ese ambiente de crispación. Sí, deberíamos empezar desde cero, en los medios de comunicación mexicanos. Ahí la crisis está peor que en cualquier otro lado.

5.- El gol, analizado: En general, se culpó, y con razón, a Julián Araujo del gol qatarí, por olvidarse de su marca. Pero hay varios responsables más. La jugada viene de un balón perdido en media cancha, donde México queda desacomodado. Edson se trata de adelantar a la triangulación qatarí en lugar de retardar la jugada, pero le devuelve la pelota al rival. 

Después, Arteaga, en lugar de buscar una referencia de marca, se queda a mitad del camino, pese a que Reyes le indica que él ya va con el jugador que va a centrar. Pero el propio Reyes, que había quedado muy fuera de posición, TAMPOCO va a cerrar al centrador. Araujo queda entonces solo, con dos qataríes en el área, pero en la confusión, se olvida del que venía marcando y es ese el que remata para el gol. Para acabarla de fregar, Ochoa, que normalmente saca esos remates con los ojos cerrados, esta vez no lo hace. Festival de errores.

6.- Santiago sigue presionado: Pensándolo bien, quizá no sea tan mala idea que Henry Martín esté empezando los partidos. No porque sea mejor jugador que Giménez sino porque tengo la impresión de que el delantero del Feyenoord está queriendo hacer demasiado, demasiado rápido. Ya son varias las jugadas en este torneo que siento que le ganan las ansias en circunstancias que resolvería con los ojos cerrados en la Eredivisie. Santi tiene 22 años y el mundo por delante, quizá sea buena idea que, en este torneo, vaya asimilando la presión que implica ser referente y esperanza del Tri. El mexicano te perdona ser mediocre toda tu vida, pero no hay nada peor para él que darle esperanzas y después decepcionarlo.

7.- Bajémosle dos rayitas a la histeria: Lo del aficionado es también de locura. Entiendo perfectamente que estemos enojados por los resultados recientes del equipo. Pero hacer TANTO drama por un partido medio random, donde jugaron suplentes, que no significaba nada, creo que habla peor de nosotros que lo que hace de los jugadores. No siempre las cosas van a salir bien y no siempre tenemos que hacer berrinches bestiales cuando salen mal, y menos si no tiene ninguna consecuencia. Lo único que hacemos con esto es aumentar la polarización y darle más clicks a los que nos manipulan buscándolos.

8.- Ahora empieza el torneo de verdad: Dicho todo esto, lo de ayer fue un tropiezo a tiempo. Jimmy podrá corregir lo que haya que corregir y arrancar la fase de eliminación con la concentración máxima. Ya no habrá rotaciones, regresa César Montes, el rival será, (en teoría) más fuerte, y otro juego como éste nos mandará a casa. Y ahí sí, toda histeria estará justificada.

Por Martín del Palacio

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