Los peores resultados de México en su historia
Hace unos días publiqué una nota de los mejores resultados mundialistas en la historia de México. Al anunciarla en redes sociales, mucha gente me pidió que hiciera una similar pero con nuestros peores resultados, así que aquí está. Es algo más deprimente que la anterior, pero pues es lo que es.
Simplemente recordar que, lamentablemente, hasta 1962 México había tenido casi exclusivamente derrotas, así que en ese periodo hay muchos resultados catastróficos. Por ello, decidí tomar ese Mundial como referencia y hacer el ranking de ahí para adelante, de otro modo, más de la mitad de los resultados analizados serían en blanco y negro.
Arranquemos pues:
10. México 1-3 Argentina (2010): Esta no fue una buena actuación del Tri, y si fuera por el resultado mismo, quizá debería estar más arriba en la lista, pero hay que matizarlo porque fue consecuencia de uno de los robos más grandes en la historia de los Mundiales. Ya a estas alturas todos sabemos del gigantesco offside de Tévez en el primer gol albiceleste, y que el marcador electrónico lo mostró a los jugadores sin que el árbitro cambiara su decisión. Después de algo así, es muy difícil recuperarse y esa selección mexicana claramente no tenía la fortaleza mental para hacerlo.
9. México 0-2 Brasil (2018): Este resultado fue la consecuencia del de Suecia, del que ya hablaremos más adelante, y no está más arriba en la lista porque hay otros partidos que dolieron más. Desde antes de que ese Tri saltara a la cancha, el desánimo había cundido entre la afición y los propios jugadores. Por la derrota anterior, en lugar de enfrentar a Suiza, nos tocaría contra una verdeamarelha que lucía durísima. El primer tiempo fue bastante decente, pero el equipo se cayó a partir del primer gol y prácticamente no opuso resistencia.
8. México 0-0 Angola (2006): Este fue uno de los partidos más fáciles en la historia mundialista del Tri, y quizá por ser ampliamente favoritos, los dirigidos por La Volpe dieron un partido horrible. Aún así, el rival era tan débil que se pudo ganar, pero los delanteros se cansaron de fallar. La consecuencia de esto fue que, en lugar de tener la clasificación asegurada y pasar primeros con un empate, México debía ganarle a Portugal en el último juego del grupo. El Tri jugó bastante bien ese partido pero los errores lo condenaron y perdió 2-1, calificando en segundo lugar.
7. México 1-2 Alemania (1998): Este va en la lista no porque haya sido una mala actuación sino por lo doloroso de la derrota. Contra lo que a veces se lee, México no fue mejor que Alemania en ese juego, pero sí había sacado ventaja y Luis Hernández tuvo una gloriosa oportunidad de poner un 2-0 casi inalcanzable. La falló y los teutones, siendo quienes son, remontaron con dos centros al área mal cubiertos por Rodrigo Lara, que estaba ahí por un error táctico. Uno de esos partidos que dejan claro porque los equipos de élite lo son, y nosotros no.
6. México 1-2 Holanda (2014): Lo mismo que el partido anterior pero en esteroides. ¡Íbamos ganando hasta el minuto 88! Es cierto, el equipo estaba agotado y el famoso cambio de Gio por Aquino había hecho que nos cayera la noche desde media hora antes del final. ¡Pero sólo teníamos que aguantar dos minutos más la reposición! ¡Tírense, hagan tiempo, manden la bola a la tribuna, lo que sea! Al final, nos ganaron bien; el penal, la verdad, sí era, pero eso no hace menos dolorosa la derrota. Es el caso más claro de un “hubiera” para una selección mexicana que habría enfrentado a Costa Rica en cuartos de final. Ya me volvió a dar coraje sólo de escribir este párrafo.
5. México 1-3 Túnez (1978): El Tri llegaba a Argentina con expectativas desmedidas. El DT José Antonio Roca afirmaba que eran uno de los mejores equipos del mundo y que él se iría a Europa tras el Mundial. Quizá se fue, sí, pero de vacaciones. La realidad es que ese equipo, demasiado joven, no tenía la calidad para competir en una justa mundialista y salió con exceso de confianza frente a un rival que, aunque ellos no sabían, tenía a casi todos sus jugadores en la liga francesa. El 1-0 a favor del medio tiempo era engañoso y el 1-3 final más que merecido.
4. México 0-3 Suecia (2018): El equipo de Juan Carlos Osorio había impresionado al mundo al vencer a Alemania y hecho buenos los pronósticos contra Corea, pero por un gol de último minuto de Toni Kroos ante los suecos, no estaba calificado pese a tener 6 puntos. Eso fue un golpe a la confianza, y un experimento táctico desafortunado del técnico colombiano terminó de enterrarlo todo. Tampoco los jugadores se salvan, México jugó horrible ese partido y perdió con merecimiento. Y en lugar de enfrentar a Suiza en un partido que sería de igual a igual, nos tocó Brasil.
3. México 1-4 Italia (1970): Después de una buena primera ronda, la selección enfrentaba en cuartos a una Italia que había mostrado muchas dudas en su grupo. Los directivos erraron el cálculo y se llevaron ese partido a Toluca, en lugar del Estadio Azteca, y eso también pesó. A final de cuentas, los italianos eran mucho mejores, y quizá la historia no hubiera sido distinta de ningún modo. La derrota fue lógica pero caer goleados en casa en cuartos de final de un Mundial tiene que ser uno de los peores resultados en la historia del equipo.
2. México 0-6 Alemania Occidental (1978): Lo increíble es que la selección mexicana no jugó tan mal en el trámite de ese juego, pero su juventud e inocencia la llevaron a recibir goles dignos de blooper. Por alguna razón, el técnico José Antonio Roca decidió que era una buena idea salir a atacar con todo a los teutones, y lo agarraron una y otra vez a la contra. Es la goleada más grande recibida por México en Mundiales y una de las mayores en su historia.
1. México 0-2 Estados Unidos (2002): El primer lugar indiscutible, no hay goleada o tragedia que empañe a perder con tu archirrival, a quien siempre viste por encima del hombro, en un partido a matar o morir de un Mundial. Si uno platica con los participantes en ese juego, aún lo consideran el momento más bajo de sus carreras y, para quienes lo vivimos, es un día que quisiéramos borrar de nuestras memorias. Recuerdo el día siguiente, nadie hablaba, todos miraban para abajo, el país era un funeral.
Por Martín del Palacio
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